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Diferencias entre ranas y sapos, anuros muy diversificados

Introducción a las ranas y los sapos

De aproximadamente 6439 animales anfibios existentes, 5685 corresponden a las ranas y los sapos, organismos que se agrupan dentro del orden Anura, por tener como característica resaltante el hecho de que la cola está presente solo durante la etapa larvaria, mientras que carecen de esta en la etapa adulta, además de otros aspectos comunes también en la etapa adulta como el mayor desarrollo de las patas traseras, que les permiten desplazarse dando saltos o nadando ágilmente, la ausencia de branquias y un cuerpo más agrandado que les han permitido colonizar diversos ambientes. En este artículo estudiamos las diferencias entre ranas y sapos, en líneas un tanto generales, pues siempre existen excepciones en función de la especie en cuestión.
El orden Anura está integrado por aproximadamente 47 familias y un poco más de 400 géneros, en las cuales los términos ranas y sapos se utilizan en los nombres comunes que presentan estos animales, sus diferencias básicamente están relacionados con la morfología y los hábitos observados en estos anfibios durante la etapa adulta. A continuación se describen las diferencias entre ranas y sapos en relación a su tamaño, patas, piel y hábitos.

Diferencias entre ranas y sapos en relación al aspecto de su piel

En relación al aspecto de su piel, existen diferencias entre ranas y sapos fácilmente observables, ya que las ranas poseen una piel más tersa y mojada que la de los sapos, que es más áspera y seca, estas características están relacionadas con los hábitos y necesidades de agua de cada uno, así, la mayoría de ranas necesitan estar en mayor contacto con el agua para humedecer constantemente su piel, mientras que los sapos pueden permanecer en lugares más secos.

Diferencias entre ranas y sapos con respecto a su morfología

Morfológicamente, las diferencias entre ranas y sapos también son patentes, las primeras son de menor longitud y con un cuerpo más esbelto y delicado, adaptado para que puedan movilizarse ejecutando grandes saltos, con ayuda de sus extremidades posteriores que son largas, extremidades que también les permiten nadar hábilmente; por su parte los sapos son corpulentos, con cuerpos ensanchados y macizos, que junto a unas patas traseras más cortas, les permiten desplazarse lentamente caminando o dando saltos a baja escala. Las ranas, por lo general, poseen un tamaño que oscila entre los 7 y 8 centímetros, aunque existen algunas que miden apenas unos pocos milímetros, por el contrario, los sapos pueden alcanzan longitudes mayores.

Diferencias relacionadas con sus hábitos

Existen también diferencias entre ranas y sapos relacionadas con sus hábitos, los cuales son distintos, por lo general, las ranas, gracias a las características morfológicas mencionadas necesitan estar en mayor contacto con lugares con agua durante su vida, no solo durante la época reproductiva, por lo que son mayoritariamente acuáticas; además, por la contextura de su cuerpo, las ranas son animales más ágiles que los sapos y esto les ha permitido a algunas especies ser de hábitos arborícolas; contrariamente, el aspecto de la piel de los sapos, la forma de su cuerpo y el mayor tamaño, los condicionan a una vida en el suelo, recurriendo al agua mayormente durante las etapas reproductivas.

Ejemplos de ranas y sapos

Procedemos a listar ejemplos representativos que ayudan a dilucidar las diferencias entre ranas y sapos.

Ejemplos de sapos

Diferencias ranas y sapos: sapo
Diferencias ranas y sapos: sapo
Laurent Lebois/CC BY 2.0

Los sapos están agrupados principalmente en las familias Alytidae, Bombinatoridae, Bufonidae, Rhinophrynidae y Scaphiopodidae, de las cuales algunos ejemplares son los siguientes:
Alytes obstreticans: comúnmente llamado sapo partero, es un anfibio perteneciente a la familia Alytidae, su piel es bastante granulosa y verrugosa, y secreta una sustancia venenosa para alejar a sus depredadores. Este sapo está adaptado a la vida terrestre en la etapa adulta, solo recurre al agua para humedecer sus huevos durante la incubación y en las etapas larvarias. (Pequeñas membranas interdigitales presentes en patas traseras).
Rhinophrynus dorsalis: conocido como sapo cavador, es el único espécimen del género Rhinophrynus y de la familia Rhinophrynidae, localizado en América, es un anfibio de hábitos terrestres, con un cuerpo con forma redonda y patas cortas que pasa mayormente su vida debajo del suelo, de allí su nombre común.
Anaxyrus cognatus: anfibio conocido como sapo de las praderas, pertenece a la familia Bufonidae y habita en zonas desérticas, por lo que posee una piel rugosa que le permite vivir en este tipo de ambientes.
Bufo bufo: o sapo común incluido en la familia Bufonidae, es un animal grande, de aspecto fuerte, con una piel gruesa y verrugosa, con mayor grosor en la parte dorsal y más delgada en la ventral. Es un anfibio terrestre, que necesita ambientes acuáticos solo para la etapa reproductiva y juvenil.

Ejemplos de ranas

Diferencias entre ranas y sapos: rana
Rana
Bernard DUPONT/CC BY-SA 2.0

Las ranas están englobadas mayormente en las familias Aromobatidae, Arthroleptidae, Brachycephalidae, Brevicipitidae, Centrolenidae, Eleutherodactylidae, Hemiphractidae, Hemisotidae, Hylidae, Megophryidae, Nasikabatrachidae, Petropedetidae, Pipidae, Rhacophoridae o la familia Ranidae de las ranas típicas. Algunas especies de ranas son las siguientes:
Nasikabatrachus sahyadrensis: mejor conocida como rana púrpura, es la única especie del género y de la familia Nasikabatrachidae, oriunda de la India, poseen un cuerpo algo ensanchado, con una piel lisa de color púrpura como lo indica su nombre común.
Pelophylax perezi: o rana común, anfibio de la familia Ranidae , posee una piel de color verde con manchas negras, y es completamente lisa, tanto en el vientre como en el dorso, es totalmente acuática.
Hypsiboas punctatus: rana de la familia Hylidae, de piel lisa y tonalidades verdes con líneas y puntos rojos, su hábitat pueden incluir bosques, arbustos, pantanos, entre otros, pero siempre relacionados con cuerpos de agua.
Autores consultados
– Egea-Serrano, A. (2014)
– La Marca, E.; Scott, N.; Aquino, L.; Azevedo-Ramos, C.; Coloma, L.; Ron, S.; Faivovich, J.; Baldo, D.; Hardy, J.; Barrio-Amorós, C. (2010)
– Ortiz-Santaliestra, M. (2014)
– Prudhvi, D.; Karthikeyan, V. (2011)
– Rodriguez, A. (2013)
– Vargas, V. (2015)


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